Pese a tener 71 años y escasa estatura, el árbitro Dick Bavetta posee un récord que sólo en sueños podrían alcanzar las superestrellas de la NBA: 34 años sin faltar a un partido.
Bavetta llegó a 2.663 desafíos el viernes cuando fue árbitro principal en el choque que ganaron los Golden State Warriors por 119- 112 a Sacramento Kings en tiempo extra.
Desde su debut en 1978, Bavetta ha participado en 2.424 encuentros de la liga regular y en 239 de postemporada, incluidos 25 en finales. Además, acumula tres All-Star Games, los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y otros certámenes internacionales en Japón, París y México.
Sólo otros cuatro oficiales han alcanzado los 2.000 encuentros en la prestigiosa liga estadounidense: Jake ODonnel, Earl Strom, Tommy Núñez y Joe Crawford. Pero Bavetta pasó al frente de la lista con 2.135 el 8 de febrero de 2006, récord que ha incrementado en las siguientes contiendas.
Aunque corre de ocho a 12 kilómetros diarios, Bavetta considera que el secreto de su longevidad es "usar cinco pares de medias" en cada encuentro para mantenerse en buena forma física.
Delgado y con una figura poco impresionante, Bavetta tuvo que mostrar su firmeza de carácter para llegar a impartir justicia en la mejor liga de baloncesto del mundo. A mediados de la década de 1960, el joven Bavetta asistió a pruebas regionales para conseguir la titulación como árbitro, pero durante nueve años consecutivos su solicitud fue rechazada.
"No posee el físico apropiado", argumentaban los seleccionadores. Su perseverancia triunfó en 1975, cuando fue contratado por la NBA. El 2 de diciembre de ese año debutó en el Madison Square Garden, donde rivalizaron los New York Knicks y los Boston Celtics.
Pero Bavetta sufrió muchas frustraciones en los diez primeros años en la liga al recibir pésimas evaluaciones. Con el propósito de incrementar la calidad de su trabajo, Bavetta arbitró en las ligas profesionales en Harlem, Nueva York y en Nueva Jersey durante el receso de la NBA.
De forma simultánea dedicó muchas horas al estudio de las reglas y a la preparación física. Poco a poco el esfuerzo y la constancia lo convirtieron en uno de los mejores jueces de la NBA, y en 1986 recibió la ansiada oportunidad de pitar el primer encuentro de playoff.
Recuerda entre sus principales anécdotas un encuentro televisado entre Philadelphia Sixers y Boston Celtics que se vio obligado a conducir solo, pues su compañero Jack Madden sufrió una fractura en la pierna tras una colisión con el base de los Celtics Dennis Johnson.
"Ese partido me ayudó muchísimo en el ascenso de mi carrera", señaló Bavetta, quien ese día expulsó a Larry Byrd, de los Celtics, y a Julius Irving, de los Sixers, porque se enfrascaron en una trifulca. Igualmente Bavetta dio muestras de su rectitud en la cancha el 16 de diciembre de 2006, cuando expulsó a diez jugadores que participaron en una reyerta en el partido entre los Knicks y los Denver Nuggets.
Siete de los castigados cumplieron una sanción de 47 juegos y ambos equipos fueron multados con 500.000 dólares. La larga e ininterrumpida carrera de Bavetta, quien nació el 10 de diciembre de 1939, se vio amenazada hace 12 años cuando accidentalmente recibió un impacto en la nariz del alero de los Indiana Pacers Jalen Rose cuando intentaba golpear al pívot de los Knicks Patrick Ewing.
A pesar del dolor que le provocaba la lesión, Bavetta continuó el partido, pero tuvo que someterse a una intervención quirúrgica al finalizar la jornada. Al día siguiente, el "hombre de hierro" regresó para cumplir con su asignación, ignorando las advertencias de los médicos, de sus compañeros y hasta de los propios directivos de la liga.
Sin duda, el dorsal 27 más famoso de la historia del arbitraje pasará a los anales de la historia por sus actuaciones tanto dentro como fuera de la cancha. A todos los efectos genio y figura.
