miércoles, 28 de julio de 2010

DECISIÓN

En esta sección abordaremos el tema más olvidado del arbitraje de basquetbol, que es el aspecto psicológico. A lo largo y ancho de estas líneas intentaré compartir de la manera más clara posible los fundamentos de comportamiento de un árbitro, el cual al entrar a la cancha cautivado por la belleza del baloncesto se sumerge en un mar de emociones y sentimientos.
Es en ese momento que tiene que dejar el corazón de lado, guardado por 3 horas en la maleta del uniforme y de ahí mismo sacar al compañero que lo hará salir avante en cada encuentro; ese gran amigo se llama “criterio”.
Claro que para ser buen amigo del criterio es importante hacer una primera incursión en un esbozo de conocimiento de este como tal, consecutivamente alimentar la relación de mucho trabajo y convencimiento de que podemos ser verdaderos amigos “el criterio y el árbitro”.
Una vez que este agradable suceso se presenta, emprenderá el árbitro de baloncesto una tarea más, la cual consiste en el manejo de las emociones de 10 atletas dentro de la cancha y 18 críticos en las 2 bancas de cada equipo. En cada silbatazo el árbitro se encuentra en una difícil disyuntiva debido a la gran presión que ejercen tanto los jugadores como los entrenadores, y no se diga el público quien juega un papel importantísimo.
Desde luego todo esto se va sucediendo en el tiempo trascurrido de cada encuentro, en el cual cada falla que un jugador comete, el árbitro se ve involucrado (al ser parte de su trabajo), y esto incita a los implicados a culpar o hacerse víctimas de lo que ellos (los jugadores o entrenadores), consideran un absurdo ya que ven afectados sus intereses y el ser categórico en la toma de decisiones para que estas actitudes carezcan de fundamentos es la complicada tarea que el árbitro deberá realizar para darle al hermoso juego de basquetbol la dirección y la alegría que lo caracteriza.
La prioridad de un árbitro es salvaguardar la integridad de los jugadores en esta área de 15 por 28 metros, en la cual sin el perfil adecuado la duela se convertiría en un ring donde se puede presentar una batalla campal, pero gracias a la capacitación constante y al entrenamiento adecuado de nuestros árbitros este tipo de sucesos son cosa del pasado, y hoy día es una prioridad que en la esfera psicológica cada árbitro esté cursando adecuadamente su perfil para el adecuado desempeño del trabajo arbitral.
Por:Oswaldo Ferro

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