Me explicaré, todos los involucrados en el juego tenemos un lugar, ya sea dentro de la cancha, fuera de ella
o en las tribunas, nadie tiene la misma posición que otro y, por lo tanto, nadie puede mirar y juzgar de la misma manera una jugada o una marcación de los árbitros.
Sin embargo, es muy común que los entrenadores, los jugadores y el público protesten decisiones de los jueces suponiendo que los árbitros tienen la misma perspectiva que ellos, reclaman y gritan como si los árbitros estuvieran viendo lo mismo que sus ojos ven.
Obviamente esto no es posible, primero porque nadie puede estar en dos lugares al mismo tiempo, nadie puede tener la misma ubicación que otro, el único punto de vista imparcial es el de los árbitros, y por supuesto el interés del público, los entrenadores y los jugadores es parcial, canalizado en pro de la victoria del equipo de su preferencia.
A esto podemos aunar la correcta o no interpretación de las reglas, el conocimiento actualizado o no del reglamento, todo esto debería ser considerado por los entrenadores, jugadores y público… No se ve nunca lo mismo y al mismo tiempo siendo entrenador, jugador o público, respecto a lo que los árbitros juzgan, simplemente porque se está en un lugar diferente y con un interés parcial.
Así es que, reflexionando, concretaríamos:
Los entrenadores, el público, los jugadores y los árbitros tendremos siempre diferente perspectiva e interés, por lo tanto, cuando se juzgue una acción deberemos aceptar que la opinión de otras personas esta fundamentada en una perspectiva diferente.
Ésta opinión será tan válida como cualquiera, pero la decisión final corresponderá a los árbitros y esto deberá ser respetado por todos, tal como lo estipula el reglamento de juego.
“Las jugadas de apreciación no permiten discusión”.
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